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Ambiente en el aula, indicadores para su observación
y acompañamiento.
Environment in the classroom, indicators for its observation and
accompaniment.
PAULINA MARTÍNEZ MALDONADO.
Universidad de Concepción, Concepción, Chile (doctorado.edu.paulina@gmail.com)(https://
orcid.org/0000-0002-3218-8998)
PEDRO SOTOMAYOR
Universidad de Atacama , Vallenar, Chile (pedro.sotomayor@uda.cl)(https://orcid.org/0000-
0002-3218-8998)
RESUMEN
El artículo presenta una propuesta de pauta para la observación
del ambiente en el aula, validada a través de juicio de expertos. Este
instrumento permite observar las dimensiones: física, funcional,
temporal y relacional. El ambiente físico del aula observa los
materiales e implementos utilizados como recursos; por otra parte,
el ambiente observado desde aspectos funcionales, se encuentra en
relación con la forma en que han sido dispuestas las actividades en
el espacio y su orientación hacia el objetivo, por lo que el espacio en
cuanto a su funcionalidad es un colaborador del logro de objetivos.
Lo temporal dice relación con el ritmo de la clase y cómo se
desarrollan las actividades. El ritmo de la clase puede ser, por
ejemplo, muy rápido, impidiendo que los estudiantes procesen
información. Finalmente, lo relacional corresponde a la forma en
que los sujetos interactúan en el espacio.
Este instrumento puede ser utilizado para realizar análisis holísticos,
o bien, para analizar cada subdimensión por separado. Se sugiere,
además, complementar la información recogida en esta pauta con
otro instrumento de registro abierto, como notas de campo o chas.
Los resultados que arroja la evaluación del desempeño docente en
Chile, indican que la promoción de la participación de los alumnos
en clases es baja, llegando a un 35%, esto signica que solo este
porcentaje de docentes lo desarrolla.
Se hace necesario conocer entonces distintas experiencias y
realidades que muestran la forma en que se gestiona el ambiente
en el aula, para el logro de los objetivos de aprendizaje.
VOLUMEN VII/ NÚMERO 1/ AÑO 4/ ISSN 977245257580
PÁGINAS 53-64/ RECIBIDO: 10-11-2022/ APROBADO: 02-05-2023
DOI: https://doi.org/10.53645/revprop.v7i1.108
www.revpropulsion.cl
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Ambiente en el aula, indicadores para su observación y acompañamiento.
ABSTRACT
The article presents a proposed guideline for the observation of the environment
in the classroom, validated through expert judgment. This instrument allows
observing the sub-dimensions: physical, functional, temporal and relational. The
physical environment of the classroom observes the materials and implements
used as resources; On the other hand, the environment observed from functional
aspects, are in relation to the way in which the activities in the space have
been arranged and their orientation towards an objective, so that the space in
terms of its functionality is a collaborator of the achievement. of objectives. The
temporary is related to the rhythm of the class and the activities are developed.
The pace of the class can be, for example, very fast, preventing students from
processing information. Finally, relational correspondence corresponds to the
way in which subjects interact in space. This instrument can be used to perform a
holistic analysis, or to analyze each sub dimension separately. It is also suggested
to complement the information collected in this guideline with another open
recording instrument, such as eld notes or les.
The results of the evaluation of teacher performance in Chile indicate that the
promotion of student participation in classes is low, reaching 35%, this means
that only this percentage of teachers develops it.
It is then necessary to know different experiences and realities that show the
way in which the classroom environment is managed, in order to achieve the
learning objectives.
PALABRAS CLAVES / KEYWORDS
Aula, ambiente de la clase, ambiente educacional, análisis cualitativo,
interacción social, aprendizaje. / Classroom, classroom environment, educational
environment, qualitative analysis, social interaction, learning.
INTRODUCCIÓN.
Los procesos de aprendizaje se encuentran enlazados entre múltiples variables y
elementos que son considerados de forma consciente en una didáctica intencionada para
lograr que los estudiantes desarrollen las habilidades expresadas en los objetivos. Uno de
estos elementos corresponde al ambiente, el cual potenciaría el aprendizaje a partir de la
forma en que se facilite la construcción colaborativa del conocimiento.
Gestionar el ambiente involucra acciones para la construcción social de lo que se aprende,
abriendo la posibilidad al estudiante de contar con un clima afectivo en el aula para aprender,
esto último sería un aspecto de innovación didáctica, convirtiéndose en un elemento que
potenciaría la construcción de aprendizajes (Villalta et al., 2011).
Se entiende que el ambiente corresponde al conjunto de características que conforman
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el entorno y contexto en el que se desarrolla el aprendizaje; abarca desde aspectos físicos,
de funcionalidad de los espacios, temporalidad y relacionalidad (Iglesias, 2008). En el
ambiente físico del aula se observan los materiales e implementos utilizados como recursos,
incluyendo la cantidad de metros cuadrados por estudiante; por otra parte, el ambiente
observado desde aspectos funcionales, se encuentra en relación con la forma en que han
sido dispuestas las actividades en el espacio y su orientación hacia un objetivo, por lo que el
espacio en cuanto a su funcionalidad es un colaborador del logro de objetivos.
La instalación arquitectónica proporciona el lugar en donde tienen su desarrollo
todas las interacciones entre las personas y los materiales dentro del proceso de
aprendizaje. Establece el espacio básico del entorno y organiza el acceso a los
espacios externos y a los recursos (Loughlin y Suina, 2002, p.18)
Continuando con los aspectos a estudiar en la dimensión de ambiente en el aula, lo
temporal dice relación con el ritmo en que sucede la clase y se desarrollan las actividades.
En este aspecto, el ritmo de la clase puede ser, por ejemplo, muy rápido, impidiendo que
los estudiantes procesen información, o bien, sea lo contrario. Finalmente, lo relacional
corresponde a la forma en que los sujetos interactúan en el espacio. Desde los cuatro
aspectos que involucra el ambiente, observamos la importancia que tiene en la gestión del
aprendizaje y cuán importante también es considerarlo como aspecto a mejorar. De esta
forma, considerar los indicadores pertinentes que deben ser incorporados en las pautas de
evaluación del desempeño docente y su acompañamiento en la mejora de los procesos que
involucra la enseñanza o en cualquier instrumento que requiera observar el ambiente en el
aula.
Desde otros saberes, el ambiente es concebido como el conjunto de factores
internos biológicos y químicos y externos físicos y psicosociales que favorecen o
dicultan la interacción social. El ambiente debe trascender entonces la noción
simplista de espacio físico, como contorno natural y abrirse a las diversas relaciones
humanas que aportan sentido a su existencia. Desde esta perspectiva se trata de
un espacio de construcción signicativa de la cultura (Duarte, 2003, pp. 97-113)
En este sentido, el Marco para la Buena Enseñanza (MBE), elaborado por el Ministerio de
Educación de Chile (2003), conforma un conjunto de criterios y descriptores que sirven de base
para el diseño de los instrumentos de observación. Este marco se encuentra estructurado en
cuatro dimensiones: preparación de la enseñanza, creación de un ambiente propicio para el
aprendizaje, responsabilidades profesionales y enseñanza para el aprendizaje de todos los
estudiantes.
Considerando el dominio B, del MBE: Creación de un ambiente propicio para el
aprendizaje, éste se orienta a que el docente sea capaz de generar un espacio positivo, de
aprendizaje e interacción entre los estudiantes, en que sea factible trabajar en conanza,
respeto y solidaridad. Lo anterior gracias al establecimiento de normas que favorezcan la
convivencia al interior del aula. Las altas expectativas y la manera en que el docente establece
relaciones de aceptación y respeto con sus estudiantes también se encuentran consideradas
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Ambiente en el aula, indicadores para su observación y acompañamiento.
en este dominio.
El proceso de evaluación de desempeño docente considera el MBE como un marco
orientador de buenas prácticas pedagógicas, considerando el ambiente en el aula como uno
de los elementos a gestionar por el docente. Los resultados de estas evaluaciones, muestran
según Manzi et al. (2016) que los docentes de bajo desempeño inician y terminan su clase
de forma débil, desarrollando aprendizajes descontextualizados, con ejemplos mínimos o
básicos, sin rescatar aprendizajes previos, pasando directamente a trabajar con guías o con
el libro de clases, lo anterior da cuenta de ambientes de aprendizaje disminuidos donde los
estudiantes tienen escasas posibilidades de interactuar, entre otros aspectos relacionales
que afectan el proceso. El siguiente gráco muestra que el ambiente instruccional no estaría
promoviendo la participación de los alumnos.
Gráco N°1. Ambiente instruccional
Fuente: Manzi et al. (2016)
De esta dimensión en que se observan dos indicadores, como son el manejo de grupo y
la promoción de la participación de los estudiantes, hay que hacer notar el amplio margen
que presentan ambos indicadores, un 57%, generando la inquietud de saber si este manejo
de grupo que ha sido observado está orientado a la capacidad del docente para guiar una
clase, captando la atención e interés de los estudiantes para generar la participación o bien,
se trataría de un manejo de grupo en que el docente los mantiene quietos; mientras, que
la promoción y participación de los estudiantes en la clase es lograda sólo por el 35% de los
docentes.
En la dimensión Ambiente, interesa que el docente promueva un clima de respeto,
solidaridad y conanza y que además maniesta altas expectativas sobre los estudiantes y
sus aprendizajes. El establecer normas de convivencia en el aula y ser consistente con estas
normas durante el desarrollo de la clase corresponden también a un indicador de Ambiente.
Además, el ambiente en el aula, considera la forma en que el/la docente se relaciona con sus
estudiantes y la forma en que éstos/as se relacionan entre sí. Asimismo, la preparación física
del ambiente, los recursos y su uso eciente, promovería la participación e involucramiento
de los/as estudiantes.
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Según el estudio realizado por Budge (2011) en siete escuelas en condiciones de pobreza
que muestran categorías de desempeño alto o medio, las variables que las caracterizan
resultan de un conjunto de medidas que se han ido incorporando gradualmente en estos
colegios, lo que ha cambiado sus procesos institucionales de manera progresiva. Entre las
variables mencionadas en el estudio se encuentran: Clima laboral positivo: Se incentiva el
buen trato y trabajo colaborativo y el ambiente de altas expectativas: que se conjuga con las
creencias positivas de los/as docentes hacia los/as estudiantes para estimularlos a cambiar y
quebrar estigmas y círculos de pobreza, felicitando y premiando logros y metas.
Para Bellei et al. (2014) la cultura de la escuela, la identidad compartida, el modo en que
se construye comunidad y la motivación de los docentes, directivos y estudiantes tienen un
peso especíco en los procesos de mejoramiento escolar.
Asimismo, la evaluación de desempeño dio a conocer que el manejo de grupo es logrado
gracias a que los docentes implementan técnicas para atraer y mantener la atención hacia la
clase, de forma especial cuando entregan instrucciones, además, reaccionan oportunamente
si se pierde esta atención (Manzi et al., 2016). Durante la implementación didáctica, los
elementos conuyen de manera paralela para lograr los objetivos planteados, sin embargo,
al observar el desarrollo del proceso en que los estudiantes aprenden es necesario identicar
cada elemento y su manera en que se entrelaza de forma sistémica con otros, resultando
una coreografía didáctica, reejando como resultado un ambiente propicio al aprendizaje.
La gestión del aprendizaje, en cuanto al ambiente, considera una construcción social de
lo que se aprende, abriendo la posibilidad al estudiante de contar con un clima afectivo en
el aula para aprender, esto último sería un aspecto de innovación didáctica, convirtiéndose
en un elemento que potenciaría la construcción de aprendizajes (Villalta et al., 2011).
La importancia del ambiente en el aula ha generado una apertura a la observación y
acompañamiento al docente, lo cual ha conllevado un cambio de paradigma en los procesos
de mejora escolar, generando una cantidad importante de evidencias que aportan a su
estudio y análisis y facilitan la incorporación de estrategias didácticas, sin embargo, es un
tema de especial relevancia que debe ser atendido y trabajado de manera intencionada por
el docente y también ser considerado en la gestión de la escuela o centro escolar.
El Informe de la OCDE (1991) describió en la década del 90’, las características de las
escuelas que favorecen al desarrollo tanto institucional como de sus miembros. Estas
características asociadas a la dimensión ambiente serían las siguientes:
Se motiva al estudio y la superación, favoreciendo el bienestar y desarrollo general de
sus estudiantes
Escuelas que mantienen un clima favorable para el aprendizaje en el que existe un
compromiso con normas y nalidades claras y compartidas
Los profesores trabajan en equipo y coparticipan en la toma de decisiones y se
responsabilizan de la evaluación de la propia práctica
El currículum se planica e incluye, tanto las materias que permitan a los alumnos
adquirir los conocimientos y destrezas básicas, como las indicaciones para una
evaluación continuada, al tiempo que reeja los valores asumidos por la escuela
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Ambiente en el aula, indicadores para su observación y acompañamiento.
Estas condiciones permiten una mirada hacia el ambiente que involucra el bienestar
del estudiante y las posibilidades que este tiene de ser parte de su proceso de crecimiento
integral. Además de las condiciones ambientales y sociales, los directivos de la escuela se
preocupan por la manera en que se integran y trabajan coordinadamente los contenidos
curriculares; de esta forma, la interrelación y gradualidad se intencionan de acuerdo con las
características de la escuela y el contexto en que se desenvuelve la docencia, estas acciones
corresponden a una gestión efectiva del aprendizaje en la escuela y darían cuenta de
procesos de mejora escolar (Bellei, C., Valenzuela, J., Vanni, X., Contreras, D, 2014).
De acuerdo con lo anterior, este artículo presenta una propuesta de pauta para la
observación y acompañamiento al docente, en la dimensión ambiente en el aula, la cual
permitirá sistematizar la observación de prácticas pedagógicas y la manera en que el
ambiente se encontraría favoreciendo el desarrollo del aprendizaje de los/as estudiantes.
METODOLOGÍA
La metodología cualitativa permite la comprensión de los procesos que se vivencian al
interior de instituciones escolares y del aula. Según Olabuénaga (2012), los análisis cualitativos
estudian un individuo o una situación, unos pocos individuos o unas reducidas situaciones.
Asimismo, los estudios cualitativos pretenden profundizar en los fenómenos que se observan
y describen, aunque los casos analizados no sea posible extenderlos a otros casos en otras
realidades.
En consonancia con la metodología descrita, para el diseño de este instrumento en Flick
(2015), cada una de las sub-dimensiones, de la dimensión ambiente, fueron ubicadas en
categorías. Posteriormente, los resultados de este instrumento fueron llevados a una planilla-
resumen codicada.
La dimensión ambiente utiliza las categorías: Ambiente positivo, codicada como A +, el
ambiente negativo, codicada como A-. En esta dimensión, se decidió utilizar este tipo de
escala dicotómica, ya que necesitamos observar si el ambiente, en el aula, favorece o no al
aprendizaje. El cuadro N°1 describe la categoría positiva y negativa del ambiente.
Cuadro N°1. Categorías de la dimensión ambiente.
CATEGORÍA DESCRIPCIÓN
AMBIENTE
POSITIVO (A+)
Características o cualidades del entorno que favorecen el aprendizaje o un ambiente
agradable para compartir o aprender. Los materiales, actividades o relaciones que se
establecen son positivas.
AMBIENTE
NEGATIVO (A-)
Características o cualidades que NO favorecen un ambiente para aprender o compartir
experiencias. Esto signica que los materiales, actividades o relaciones que se establecen
son negativas impidiendo el desarrollo del aprendizaje.
Fuente: Elaboración propia, Martínez-Maldonado, Paulina.
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Revista ProPulsión. Interdisciplina en Ciencias Sociales y Humanidades
Conforme a la metodología, el instrumento diseñado corresponde a una pauta de
observación (Anguera,1983; 1999a).
Este instrumento busca identicar, de manera focalizada, aspectos especícos de un
objeto de estudio Fàbregues, S. Meneses, J. Rodríguez-Gómez, D y Paré, M, 2016). Si bien es
posible contar con una pauta de observación, es necesario complementar este instrumento
con otro que facilite llevar un registro abierto, éstas pueden ser desde notas de campo, hasta
chas, cualquiera sea ésta que faciliten la complementariedad para una descripción del
entorno de forma completa y dedigna De los cuatro tipos de chas que existen, según
Ander-Egg (1993) descriptivas, informativas, literales y analíticas, se considerará este último
tipo de cha para reunir información, ya que nos permitirá analizar documentos, informes
y planes que existan en el colegio. En estas mismas precisiones Ruiz Olabuénaga (2012)
agrega que, en el análisis de contenido, el texto sea entendido y tratado como escenario
de observación, el que debe ser interpretado; en este caso, el texto es un campo del que se
extrae información. De la misma forma que se aborda el campo con preguntas a responder
es que se aborda el texto.
Por lo anterior, se llevó a cabo un proceso de validación a través de juicio de expertos. Se
solicitó la participación tanto de jueces teóricos y prácticos; los jueces teóricos conforman un
grupo de profesionales con grado de doctor/a y vasta experiencia en el área de Educación o
Psicología; mientras que los jueces prácticos cuentan con experiencia en el área educativa,
en los niveles de enseñanza básica y enseñanza media. A continuación, se denieron criterios
para la selección de los jueces que participaron del proceso de validación del instrumento.
Estos jueces recibieron el instrumento vía correo electrónico, con una carta que especicaba
tanto el proceso como los objetivos de la investigación y la forma de completar el instrumento.
Además, se agregó un anexo con la descripción de cada dimensión y subdimensión.
A raíz de las consultas de los jueces, se denieron los conceptos presentes en el
instrumento, que pudieran generar alguna duda por ser especícos a la temática. En cuanto
a la formación de los jueces prácticos, además éstos debían ser profesionales del ámbito
educativo que se hubieran desempeñado en establecimientos educacionales de enseñanza
básica o media y que tenían experiencia como profesores de aula o jefes de unidad técnica
pedagógica o dirección académica.
Se solicitó a los jueces valorar el instrumento considerando tres criterios: pertinencia,
univocidad e importancia. Además, se consideró un espacio para observaciones a cada
indicador y un espacio para observaciones generales a la dimensión que se estaba evaluando.
Los criterios para la eliminación o modicación de los indicadores fueron los siguientes:
Cinco a seis jueces que consideraron dos o tres criterios en nivel bajo en un indicador,
el indicador se eliminaría.
Tres a cuatro jueces que consideraron dos o tres criterios en nivel bajo un indicador,
este será eliminado.
Dos jueces que consideren dos o tres criterios del indicador en nivel bajo, el indicador
sería modicado.
Dos jueces que consideran un criterio en nivel bajo se evaluaría su modicación.
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Ambiente en el aula, indicadores para su observación y acompañamiento.
Un juez que considera uno o más criterios de un indicador en bajo nivel; se evaluaría
el tipo de modicación a la redacción del indicador, valorando la sugerencia que este
juez ha realizado al indicador.
Se consideran las observaciones al indicador para su modicación o posible
eliminación del instrumento.
Una vez que se contó con el proceso de validación del instrumento, se estableció un
sistema de codicación para la sistematización de la información y su posterior análisis,
para ello cada dimensión, subdimensión e indicador desagregado en descriptores tiene
una codicación especíca que lo representa y que nos permite saber a cuál pertenece. El
cuadro N° 2 presenta la pauta de observación.
Cuadro N°2. Pauta de observación del ambiente en el aula
ASPECTO AMBIENTE POSITIVO (A+) AMBIENTE NEGATIVO (A-)
Disposición
del
mobiliario
en el aula.
Los materiales y equipamiento que conforman
el aula se encuentran dispuestos para facilitar
el proceso de aprendizaje. Por ejemplo,
mesas, sillas, iluminación, estanterías, diarios
murales, pizarra, etc.
Los materiales y equipamientos que
conforman el aula se encuentran en
mal estado o mal distribuidos, son
obstaculizadores del aprendizaje, más que
elementos que lo facilitan.
Tipo de
actividad
que se
desarrolla
en el aula.
Las actividades que se desarrollan en el aula
han sido diseñadas para lograr el aprendizaje
declarado en el objetivo.
Las actividades si bien están dirigidas
a un aprendizaje determinado, no han
considerado el espacio del aula.
Ritmo de
la clase.
El ritmo en que sucede la clase permite
desarrollar actividades, realizar preguntas
y responderlas de acuerdo a lo esperado,
manteniendo un ritmo homogéneo durante
la clase.
El ritmo, en un momento de la clase es
acelerado y en otro es lento, por lo que no
existe un ritmo homogéneo, lo que genera
desconcentración y pérdida de interés de los
estudiantes.
Formas
en que se
agrupan
los sujetos
El docente genera actividades en que es
posible distinguir la manera en que se
relacionan los sujetos y en que éstos ocupan
el espacio en que se desarrolla la clase.
El docente genera actividades individuales,
impidiendo que los sujetos se relacionen
entre ellos y hagan uso del espacio en que se
desarrolla la clase.
Fuente: Elaboración propia, Martínez-Maldonado, Paulina.
RESULTADOS
De los resultados del proceso de validación se elaboró un análisis cualitativo, que arrojó
lo siguiente y representa a la totalidad de las dimensiones que conformaron el instrumento:
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Revista ProPulsión. Interdisciplina en Ciencias Sociales y Humanidades
Cuadro N° 3. Modificaciones a la pauta de observación, derivadas del proceso de validación.
Acciones que se derivan de las observacio-
nes
Cantidad de
indicadores
Razones
Indicadores eliminados del instrumento. 03 La cantidad de jueces que mostraron
discrepancias con el indicador, llevó a
eliminarlo.
Indicadores que sufrieron modicación. 24 Modicaciones de forma, se cambian
algunos conceptos por otros más
adecuados o que permitan tener mayor
claridad del indicador.
Indicadores que se fusionan. 02 Similitud entre los indicadores.
Indicadores que NO sufrieron modicación. 09 No hubo observaciones ni sugerencias
de los jueces en estos indicadores.
Indicadores que cambian de subdimensión. 01 Mal ubicado en la subdimensión en la
que estaba.
Indicadores incorporados a partir de las
observaciones de los jueces.
01 Incorporado por sugerencia de los
jueces y queda en el lugar que ocupaba
el indicador 1.10.
Fuente: Elaboración propia.
El instrumento fue aplicado al observar primer ciclo, en tres colegios y los resultados de
esta observación mostraron lo siguiente:
Cuadro N° 4. Sub-dimensión ambiente en el aula. Colegios A, B y C.
Subdimensiones Indicadores Colegios
A B C
Ambiente en el Aula Disposición del mobiliario en el aula. A+ A- A+
Tipo de actividad que se desarrolla en el aula. A+ A+ A+
Ritmo de la clase. A- A+ A+
Formas en que se agrupan los sujetos que
comparten el espacio de aula.
A- A- A-
Fuente: Elaboración propia.
El cuadro N°4 muestra que el primer indicador de disposición del mobiliario en el aula
fue valorado en un colegio en la categoría negativa y en dos colegios en la categoría positiva.
En este indicador, el colegio B obtiene categoría negativa, puesto que el espacio de aula es
limitado y la disposición del mobiliario sólo facilitaba el trabajo individual. El colegio B, en
general, alcanzó valoraciones positivas, sin embargo, se observó que el espacio para ellos
era una limitante para generar mejores actividades y diversicar modalidades de trabajo
e interacción en el aula. Esta fue la dimensión más débil del colegio B. La disposición del
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Ambiente en el aula, indicadores para su observación y acompañamiento.
mobiliario puede ser un facilitador del aprendizaje y de la interacción en el aula, si este se
dispusiera conscientemente para colaborar en el proceso de aprendizaje de los estudiantes.
El segundo indicador tipo de actividad que se desarrolla en el aula fue valorado en todos
los colegios (A, B y C) en la categoría positiva. Esto se debió a que todas las actividades
desarrolladas estaban declaradas en el objetivo de la clase y generaban interés en los/as
estudiantes.
El tercer indicador del ritmo de la clase fue valorado positivamente en los colegios B y C. El
ritmo constante favorece trabajar el objetivo de la clase sin dejar espacios; el ritmo de la clase
se presentó continuo, pero más acelerado en el colegio B; mientras que el ritmo continuo,
pero más lento se observó en el colegio A (por esa razón este colegio fue valorado en la
categoría negativa, dado que al desacelerar el ritmo quedan tiempos vacíos que inciden en
la interrupción y desconcentración de los/as estudiantes hacia la clase). En el colegio C, los
docentes trabajaron a un ritmo constante.
El último indicador de esta sub- dimensión “formas en que se agrupan los sujetos que
comparten el espacio de aula” fue valorado en la categoría negativa en todos los colegios.
La razón se debió a que en algunas clases los estudiantes compartieron en grupo, pero las
actividades fueron diseñadas en modalidad individual, por lo que no ha sido determinante
la forma en que se ubica el mobiliario, sino que efectivamente existan actividades diseñadas
en modalidad grupal.
CONCLUSIONES
El ambiente de aula permite analizar la manera en que sus elementos se conjugan con
el proceso de aprendizaje, generando distintas posibilidades de concebir el ambiente de
aula, como un recurso, como un elemento del proceso o como un facilitador. El ambiente
de aula o clase en lo relacional (clima y disciplina) ha sido identicado como un factor en la
satisfacción de los docentes (Ritter y Hancock, 2007).
Los datos sobre el ambiente de aula son relativamente nuevos en Chile, ya que avanzados
los años 90’ se contó con información que permitió identicar la manera en que los docentes
se hacían cargo de esta dimensión. Sin embargo, es en los últimos años donde se ha contado
con análisis de clases observadas de forma directa (Flores, 2013) y a través de videos en que
se han identicado las características que rodean al ambiente de aula y la manera en que
inuyen en el aprendizaje de los estudiantes, esto último gracias a los procesos de evaluación
del desempeño docente (Mineduc, 2011; 2014).
De estos datos, Gazmuri, Manzi y Paredes (2015) arman que el manejo de curso es
estadísticamente signicativo y educacionalmente relevante, ya que dirige el comportamiento
del curso para alcanzar buenos resultados. Los estudios de estos autores sugieren que las
habilidades del docente ejercen una inuencia positiva en ese ambiente. Según Fraser (1987)
los resultados de aprendizaje no se pueden correlacionar totalmente de forma positiva con
el ambiente en el aula, situación que llevaría a realizar investigaciones controlando variables
del ambiente y observando los resultados con el n de identicar si se alcanzan mejoras en
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Revista ProPulsión. Interdisciplina en Ciencias Sociales y Humanidades
actitudes y logros de resultados de aprendizaje.
Según Lee y Mak (2018) a diferencia de otros autores que atribuyen al docente la
responsabilidad del ambiente de aula, considera que el ambiente es responsabilidad
compartida entre docentes y estudiantes. Un enfoque interesante surge desde la
perspectiva del ambiente en el aula como un espacio seguro (Holley y Steiner, 2005) estos
autores entienden el ambiente en el aula como la posibilidad del estudiante por sentirse
seguros para exponer ideas y puntos de vista, compartir, explorar conocimientos, actitudes y
comportamientos. El espacio como ambiente seguro se reere a la protección contra daño
psicológico o emocional.
En este sentido, en Chile la ley 21128 de aula segura promulgada por el Ministerio de
Educación, el año 2018, se encuentra en el marco de proteger el espacio de aprendizaje de
cualquier acción que altere la normal convivencia y el ambiente del aula y la escuela e impida
que los estudiantes y los miembros de la comunidad educativa, en general, desarrollar sus
labores y actividades diarias con seguridad y conanza.
REFERENCIAS
Ander-Egg, E. (1993). Técnicas de Investigación Social. 23 edición. Buenos Aires, Argentina:
Editorial Magisterio de la Plata.
Anguera, MT. (1983). Manual de Prácticas de Observación, México. Trillas.
Anguera, MT. (1999a). Observación en la escuela: Aplicaciones. Ediciones de la Universidad
de Barcelona. España.
Bellei, C., Valenzuela, J., Vanni, X., Contreras, D. (2014) Lo Aprendí en la Escuela. ¿Cómo
se logran procesos de mejoramiento escolar? 2ª edición. Santiago: Lom Ediciones;
Universidad de Chile; UNICEF.
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