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VOLUMEN I/ NÚMERO 1/ AÑO 1/ ISSN 977245257580/ PÁGINAS 16-32/ RECIBIDO: 08- 01-2020/ APROBADO: 25-03-2020/ www.revpropulsion.cl
Geopolítica y pedagogía: las TIC como instrumento de las guerras complejas frente a sus resistencias
como de la descripción de la conagración in situ que des-encubre la idea romántica de la
guerra (héroes vs villanos), señalando: «Allí veréis la guerra, no bajo su aspecto hermoso, con
la música, el redoble de los tambores, las banderas desplegadas y los generales que pasan
al galope; la guerra que allí veréis es la guerra en toda su verdad, con todos sus horrores, sus
sufrimientos y su espectáculo de la muerte horrible».
Tolstoi enderezó, debido a su vivencia, la pedagogía de la guerra y la paz a mediados del
siglo XIX, hecho que se olvidó en el tiempo, la pérdida de memoria histórica se convirtió en
algo tan normal respecto al tema central de las conagraciones. En el mismo sentido, una
pedagogía tradicional hizo aprehender que en la Primera y Segunda guerras mundiales,
el mote de mundial se debió a la participación de la mayoría de los países, pero nunca
puso de maniesto que el objetivo en cada una de éstas era controlar la totalidad planetaria
(personas, recursos, territorios, conocimientos); es decir, no enseñó que quienes ganan la
guerra en Occidente ven el mundo como elemento de conquista y posesión. Para ello, los
medios de información se volvieron cruciales, primero el periódico y después la radio, con
la respectiva masicación de éstos; por ello la imprenta y las ondas de frecuencia radial
comenzaron a ser estratégicas en la reproducción de pensamiento.
La transmisión de la información, sobre los periplos bélicos de las potencias mundiales,
se desarrolló medio siglo después superando al periódico y a la radio. Así, la idea de
conocer los cimientos de las conagraciones dio un giro impresionante con el apoyo de las
telecomunicaciones, en este caso dirigido por Rupert Murdoch, que en las transmisiones
en vivo de la intervención militar estadounidense en Iraq, en especíco de la operación
Tormenta del desierto (1991), mostró la importancia de diferenciar entre las audiencias y
las inuencias, mediante el poderío televisivo y su participación en la guerra (Ministerio de
Defensa, 2003, p. 226) la transmisión sincrónica permitió a la audiencia sentirse parte de un
acontecimiento, el hecho cambió la forma de pensar el acceso a la información en el acto.
Este dispositivo electrónico –la televisión– para entonces, ya había cumplido la sentencia
realizada por Theodoro Adorno:
Nada simboliza mejor que la televisión el hecho de que, en gran medida, y
atendiendo a su contenido concreto, a los hombres se les dicta desde arriba su
vida, la misma que ellos creen poseer y tener que ganarse y a la que toman por lo
más próximo y lo más real. La existencia humana individual es, más allá de todo
lo imaginable, mera reprivatización; lo más real, aquello a lo que se agarran los
hombres, es al mismo tiempo lo más irreal. 'La vida no vive.' Tampoco una sociedad
transparente desde el punto de vista racional... (2001, p. 16)
En este sentido, se comienza a observar una línea histórica del uso de las diferentes
herramientas de comunicación como un elemento pedagógico con orientación ideológica,
el cual determina que la guerra no sólo se gana en el campo de batalla, sino también en el
del pensamiento y del conocimiento; se necesita convencer y educar al otro sobre el tema de
la victoria. Con el tiempo la televisión pasó a un plano menor como ¿medio de información?
frente a otros dispositivos, v.gr. las redes sociales, que se posicionan y reproducen falsedades
y no, cada vez con mayor alcance en menor tiempo.
La extensa expansión de la digitalización no tardó en integrarse a los procesos